En la era de la globalización, el comercio local y los productos regionales están ganando cada vez más relevancia en el entorno de los supermercados y puntos de venta minoristas.
Y de la misma forma, cada vez más personas están tomando conciencia de la importancia de consumir productos de proximidad, conocidos como productos «kilómetro 0», en los supermercados.
Estos productos, que se cultivan y se producen en la misma región donde se consumen, no solo benefician a los agricultores locales, sino que también tienen un impacto positivo en el medio ambiente y generan una imagen de marca positiva para los supermercados.
El comercio local, la apuesta por lo cercano y sostenible
El comercio local se refiere a la compra y venta de productos y servicios dentro de una misma comunidad, donde los negocios están gestionados por personas locales.
Este tipo de comercio fomenta la creación de empleo local, fortalece la economía regional y contribuye a la identidad y el sentido de pertenencia de una comunidad, por lo que para los supermercados, apoyar el comercio local implica trabajar en estrecha colaboración con productores y proveedores locales.
Al adquirir productos de origen local, los supermercados contribuyen a la promoción de la economía local y ayudan a los agricultores y productores locales a crecer y prosperar.
Y esto igualmente, también les permite ofrecer productos frescos y de calidad a sus clientes, ya que los alimentos locales a menudo se cultivan y procesan utilizando prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
Beneficios para el medio ambiente del comercio local
Los productos locales son una excelente opción para reducir el impacto medioambiental, ya que al consumir estos productos, estamos evitando que los alimentos viajen largas distancias, lo que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al transporte.
Además, muchos de estos productos se cultivan de manera sostenible, sin utilizar pesticidas ni fertilizantes químicos, lo que ayuda a preservar la biodiversidad y a proteger los recursos naturales de tu región, ayudando a que los pequeños comercios y productores locales generen empleo y contribuyan al un desarrollo económico sostenible.
Al elegir estos productos, estás invirtiendo en tu propio entorno y ayudando a mantener vivo el comercio local.
El comercio local te ayuda a generar una experiencia de compra única
La inclusión de productos locales en el supermercado puede generar una experiencia de compra única y enriquecedora para los clientes, ya que estos productos suelen ofrecer sabores y aromas característicos de la región, proporcionando así una auténtica conexión con el lugar donde vivimos.
Además, al conocer la procedencia de los alimentos, podemos tener la tranquilidad de que estamos consumiendo productos frescos, de calidad y producidos de forma responsable.
Al impulsar la venta estos productos, se crea una relación mucho más estrecha entre el supermercado, los consumidores y los productores locales, dado que los clientes valoramos cada vez más la transparencia y la trazabilidad de los alimentos que consumimos y preferimos apoyar a negocios que promueven valores como la sostenibilidad y el comercio justo.
Por todo esto, al ofrecer productos locales, los supermercados pueden construir una mayor imagen de marca positiva y diferenciadora que sin duda les ayudará igualmente a aumentar sus ventas.