Seguro que te ha pasado alguna vez. Entras en una tienda sin intención de comprar nada, pero ves algo que te llama la atención, te acercas… y acabas comprando.
Eso es el poder del marketing en el punto de venta. Y ahí es donde un PLV personalizado bien diseñado marca la diferencia.
¿Por qué el PLV es clave para tu estrategia de ventas?
La PLV (publicidad en el lugar de venta) no es solo un expositor bonito, es una herramienta de comunicación directa, que conecta con tu cliente justo en el momento de decidir.
Por eso, si sabes cómo utilizarlo, puedes transformar un espacio común en un imán de atención y ventas.
Cómo diseñar un PLV que conecte desde el primer vistazo
Diseñar un PLV personalizado para tu punto de venta implica mucho más que poner tu logo en un soporte.
Muy al contrario, tienes que pensar en qué quieres que sienta el cliente cuando lo vea.
- ¿Confianza?
- ¿Curiosidad?
- ¿Urgencia?
El diseño ideal combina estética, funcionalidad y estrategia. Y lo más importante. debe hablar el lenguaje de tu cliente.
Así que, ¿Por dónde empezar?
- Define tu objetivo. ¿Vas a lanzar un producto? Entonces te conviene un PLV para lanzamiento de productos que destaque y lo explique.
- Conoce a tu público. ¿Quién es tu cliente? ¿Qué le atrae visualmente?
- Adapta el soporte al espacio. No es lo mismo un expositor de suelo que uno de mostrador.
- Cuida el mensaje visual. Pocas palabras, diseño potente y materiales que comuniquen calidad.
Cuando entiendes cómo diseñar un PLV personalizado, empiezas a ver resultados rápidamente.
Tipos de PLV según tu campaña o espacio
No todos los puntos de venta son iguales, ni todas las campañas requieren del mismo tipo de soporte.
Por eso existen diferentes tipos de PLV a medida, que puedes adaptar según tus necesidades.
- PLV temporal para promociones. Perfecto para campañas estacionales, descuentos o lanzamientos. Se instala rápido y genera alto impacto.
- PLV en comercios. Más pequeños, versátiles y pensados para destacar productos concretos cerca del lineal.
- PLV en supermercados. Diseñados para resistir tráfico alto y captar la atención en segundos, sobre todo en zonas de paso rápido.
- PLV creativos. Con formas no convencionales, materiales distintos o propensos a la interacción con el cliente. Ideales para sorprender y diferenciarte.
Como ves, cada uno tiene sus ventajas. Lo importante es saber cómo crear los mejores expositores PLV en función de tu objetivo.
Estrategias con PLV eficaces que sí funcionan
Una vez instalado tu PLV, toca sacarle el máximo partido.
Veamos algunas estrategias prácticas que puedes aplicar.
Cambia tu PLV cada cierto tiempo: Así evitas que pase desapercibido con el tiempo.
- Apóyate en el packaging experiencial. Si lo que vendes también sorprende al abrirse, mejor.
- Integra luz o movimiento. Un foco bien dirigido o un leve giro puede hacer que el producto destaque.
- Cuenta una microhistoria. ¿Por qué ese producto es especial? Que tu PLV lo sugiera visualmente.
Ya estarás viendo que son pequeños detalles, pero juntos pueden marcar la diferencia.
Beneficios de un PLV a medida que debes aprovechar
Invertir en un buen PLV a medida no es un gasto, es una apuesta segura.
¿Por qué? Porque los resultados son tangibles. Presta atención a estos beneficios.
- Más atención del cliente en zonas clave del punto de venta.
- Incremento en ventas impulsivas, gracias al atractivo visual.
- Refuerzo de tu branding y valores de marca.
- Mejor comunicación del producto, sobre todo si es nuevo o complejo.
Y si te animas a crear un PLV personalizado, estarás alineando diseño, mensaje y espacio, lo que se traduce en una experiencia de compra más potente y efectiva.