Las mermas, también conocidas como pérdidas o desperdicio alimentario, son un desafío importante para supermercados y puntos de venta en la actualidad.
No en vano, diversos estudios cifran el desperdicio alimentario de los supermercados en España en un 3%, lo que equivale a 128 Mkg de producto y casi 484M€ en pérdidas económicas.
Y si bien cada día más existe una tendencia hacia la recuperación y disminución de las mermas, todavía son muchos los puntos de venta y supermercados que no hacen lo suficiente para evitar el desperdicio alimenticio.
¿Qué son las mermas en supermercados?
Una merma es una pérdida de producto que no es maliciosa, es decir, que no se ha producido por robo o fraude, sino que ocurre a lo largo de la cadena de distribución y/o en el punto de venta y que puede reducir los ingresos del supermercado de forma notable.
Algunos de los principales motivos del desperdicio alimentario en los supermercados, pueden ser:
- Desecho de los productos por incumplimiento de las normativas de calidad.
- Exceso en la compra de producto, especialmente en productos perecederos
- Almacenamiento incorrecto de los productos tanto en el almacén como en su presentación en el lineal, sin ordenación por fecha de caducidad
- Manipulación incorrecta de los productos por parte del personal del supermercado en los procesos de reposición
- Mala manipulación de los productos exhibidos por parte de clientes
- Etc..
6 consejos para evitar las mermas en el supermercado
A continuación presentamos varias soluciones para el punto de venta enfocadas en la reducción de mermas
1.- Mejorar la gestión de inventario
Un paso importante para reducir el desperdicio alimentario en el supermercado es implementar una buena gestión de inventario.
Es decir, utilizar sistemas y tecnologías de seguimiento y control de inventario, como el código de barras y la identificación por radiofrecuencia (RFID), lo que permite un control preciso del nivel de existencias, identificando productos próximos a su fecha de caducidad o aquellos que requieren una rotación más rápida.
2.- Establecer políticas FIFO de rotación de producto
Establecer una adecuada rotación de producto es esencial para minimizar las mermas. Para ello, el método FIFO (First In, First Out), donde los productos más antiguos se venden primero, ayuda a evitar la caducidad de los productos antes de que se vendan.
3.- Implementar estrategias de promoción inteligentes
Las promociones de producto pueden generar un aumento en las ventas, pero también pueden conducir a un aumento en las mermas si no se gestionan adecuadamente.
Es importante implementar estrategias de promoción de productos inteligentes, como promociones por tiempo limitado y combinaciones de productos complementarios que eviten la acumulación de inventario no vendido y minimicen el riesgo de caducidad.
4.- Capacitar al personal en reducción de mermas
El personal del supermercado desempeña un papel crucial en la reducción del desperdicio alimentario o merma.
Es por esto, que proporcionar una buena capacitación sobre las políticas de rotación, trabajo con productos perecederos y técnicas de venta al personal, puede ayudar a minimizar las pérdidas en gran medida.
5.- Monitorización y análisis de datos
La recopilación y análisis de datos son fundamentales para identificar las áreas con mayor incidencia y así tomar medidas correctivas que eviten las mermas en el supermercado.
La utilización de herramientas de análisis de datos puede proporcionar información valiosa sobre los productos que más se desperdician, así como de los patrones de compra de los clientes y tendencias de demanda.
Y gracias a esta información, se pueden ajustar las estrategias de inventario y promoción de manera más precisa.
6.- Donación de alimentos
Por último, una estrategia sostenible y socialmente responsable para reducir las mermas consiste en establecer alianzas con organizaciones benéficas locales para donar alimentos no vendidos y evitar su desperdicio.